ActionCOACH María Inés Morán
¿Alguna vez has sentido que como cabeza de la
organización, al estar tan ocupado en el que hacer diario de tu negocio o
gerencia no tienes tiempo de cuidar el
clima laboral, otorgar beneficios y mejorar el ambiente de trabajo para lograr que tus empleados te sean fieles y
productivos? Si es asi, déjame decirte que existen formas de cambiar esa
situación. La selección del capital humano viene siendo el primer eslabón
importante de esta cadena y cuando se descuida
este proceso inicial de captación, los esfuerzos suelen dispersarse y a la larga
podrían resultar en un desgaste para ambas partes {empleado/empleador}.
Fernando, quien con gran creatividad comenzó, hace
30 años, un negocio de tipografía en el
garaje de su casa con una máquina de escribir y una imprenta. Con mucho
esfuerzo constituyó una agencia boutique de publicidad, el negocio se volvió
rentable y próspero, pero aparecieron retos gerenciales que no dudó en enfrentar: retener al talento, lidiar con el
clima organizacional, mantener motivado al personal, pero en verdad
no ha conseguido que el equipo
humano engrane adecuadamente. ¿Por
dónde empezar?, ¡pues por el principio!, es decir, revisar cuál fue el criterio que utilizó para contratar su
actual personal. En ese punto acudió a una sesión de coaching que lo guiara a lograr
el objetivo.
Lo primero que hice fue que se cuestionara el valor
que le otorga al recurso humano que ha incorporado a su organización. Preguntas
tan importantes como: ¿qué lugar ocupa el bienestar de tus empleados? ¿Los
conoces, qué quieren y sienten, qué piensan de su trabajo y a donde quieren
llegar?, fueron formuladas como primer paso.
Esas preguntas son parte importante para
lograr las metas que te has trazado. Son tus colaboradores, piezas claves
para el desarrollo productivo de tu negocio. Al entender que la “velocidad de tus resultados estará
determinada por la velocidad mas lenta de cualquiera de tus colaboradores”,
sacarás el tiempo necesario para tomar acción en esta materia de recursos
humanos. En un mercado cada vez más competitivo es todo un reto lograr captar
el mejor recurso humano y más aún mantenerlo fiel a tu empresa y enfocado en
los objetivos corporativos.
Todo comienza con el reclutamiento y la selección. Este proceso
debe ser asumido como uno de los pasos más importantes ya que estás
escogiendo las piezas que conformarán la estructura humana dentro de la
organización y necesitas que estas sean de la mejor calidad disponible.
El reclutamiento: Piensa en un proceso detallado de búsqueda que atraiga a
los aspirantes más idóneos: tu objetivo es captar al mejor prospecto del
mercado no solo en talento sino con atributos que garanticen su continuidad en
la empresa.
En su interés por reclutar un buen prospecto,
Jacinto muchas veces encontró personal que, aunque tenía excelentes
credenciales, a la larga resultaron focos de conflicto en el ambiente laboral y se
convirtieron en una carga, en lugar del ejecutivo que estaba proyectado a
ser.
La selección: Este proceso es tan importante
que se ha perfeccionado enormemente con profesionales dedicados exclusivamente
a este campo, que saben elaborar y aplicar pruebas psicotécnicas diseñadas para tal fin.
Escrutar al personal que estoy
seleccionando a través de una prueba de personalidad, me permite conocer
no solo al profesional, sino al humano y sus valores. Al proyectarlo dentro de
la empresa, tengo herramientas para predecir cómo funcionará en diferentes
situaciones y si tiene el potencial para impulsarla.
La entrevista: El contacto personal con el
aspirante, ofrece a un ojo experto invaluable información, que complementan los
estudios psicotécnicos. Las actitudes, el lenguaje corporal, su proceso cognoscitivo,
su modo de comunicar o reaccionar ante preguntas específicas delinean el carácter de tu aspirante.
¿Qué pasa cuándo el personal es idóneo
profesionalmente pero emocionalmente no es el adecuado? Cada uno de nosotros
somos un cúmulo de habilidades y caracteres, de lo cual se deriva la personalidad
y la forma de relacionarnos. Pero, ¿puedes reclutar una persona a pesar de que
sus pruebas arrojen características de personalidad que podrían no ayudar al
negocio? Pues depende de cuánto precises de sus habilidades profesionales y
estés dispuesto a ofrecer entrenamiento e incentivos, en base a las fortalezas
y debilidades que presente.
El personal más competente es aquel que tiene una
adecuada formación y experiencia profesional pero que, además, cuente con
habilidades sociales e inteligencia emocional para enfrentar
con éxito empresarial el día a día del negocio.
Cuando la competencia se vuelve feroz por reclutar
los mejores candidatos, el proceso inicial de captación debe perfeccionarse y
profesionalizarse porque, al igual que en la vida personal, esa persona
que elijas te acompañará en las buenas y en las malas en una relación de
corresponsabilidad en el desarrollo de tu negocio y ¡ que resulte tal cual como esperabas desde el inicio!
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