domingo, 30 de noviembre de 2014

Tus Empleados… ¿no resultaron ser como esperabas?

ActionCOACH María Inés Morán

¿Alguna vez has sentido que como cabeza de la organización, al estar tan ocupado en el que hacer diario de tu negocio o gerencia  no tienes tiempo de cuidar el clima laboral, otorgar beneficios y mejorar el ambiente de trabajo  para lograr que tus empleados te sean fieles y productivos? Si es asi, déjame decirte que existen formas de cambiar esa situación. La selección del capital humano viene siendo el primer eslabón importante de esta cadena y cuando   se descuida este  proceso inicial de captación,  los esfuerzos suelen dispersarse y a la larga podrían resultar en un desgaste para ambas partes {empleado/empleador}.

Fernando, quien con gran creatividad comenzó, hace 30 años, un negocio de tipografía  en el garaje de su casa con una máquina de escribir y una imprenta. Con mucho esfuerzo constituyó una agencia boutique de publicidad, el negocio se volvió rentable y próspero, pero aparecieron retos gerenciales que no dudó en  enfrentar: retener al talento, lidiar con el clima organizacional, mantener motivado al personal, pero en  verdad   no ha conseguido que el  equipo humano   engrane adecuadamente. ¿Por dónde empezar?, ¡pues por el principio!, es decir, revisar  cuál  fue el criterio que utilizó para contratar su actual personal. En ese punto acudió a una sesión de coaching que lo guiara a lograr el objetivo.
  
Lo primero que hice fue que se cuestionara el valor que le otorga al recurso humano que ha incorporado a su organización. Preguntas tan importantes como: ¿qué lugar ocupa el bienestar de tus empleados? ¿Los conoces, qué quieren y sienten, qué piensan de su trabajo y a donde quieren llegar?, fueron formuladas como primer paso.

 Esas preguntas son parte importante para lograr las metas que  te has trazado. Son tus colaboradores, piezas claves para el desarrollo productivo de tu negocio. Al entender que la “velocidad de tus resultados estará determinada por la velocidad mas lenta de cualquiera de tus colaboradores”, sacarás el tiempo necesario para tomar acción en esta materia de recursos humanos. En un mercado cada vez más competitivo es todo un reto lograr captar el mejor recurso humano y más aún mantenerlo fiel a tu empresa y enfocado en los objetivos corporativos. 

Todo comienza con el reclutamiento y la selección. Este   proceso  debe ser asumido como uno de los pasos más importantes ya que estás escogiendo las piezas que conformarán la estructura humana dentro de la organización y necesitas que estas sean de la mejor calidad disponible.

El reclutamiento: Piensa en  un proceso detallado de búsqueda que atraiga a los aspirantes más idóneos: tu objetivo es captar al mejor prospecto del mercado no solo en talento sino con atributos que garanticen su continuidad en la empresa.
 En su interés por reclutar un buen prospecto, Jacinto muchas veces encontró personal que, aunque tenía excelentes credenciales, a la larga resultaron  focos de conflicto en el ambiente laboral y se convirtieron en una carga, en lugar del ejecutivo que estaba proyectado a ser. 

La selección: Este proceso es tan importante que se ha perfeccionado enormemente con profesionales dedicados exclusivamente a este campo, que saben elaborar y aplicar  pruebas psicotécnicas diseñadas para tal fin. Escrutar  al personal que estoy seleccionando a través de una prueba de personalidad, me permite  conocer no solo al profesional, sino al humano y sus valores. Al proyectarlo dentro de la empresa, tengo herramientas para predecir cómo funcionará en diferentes situaciones y si tiene el potencial para impulsarla.

La entrevista: El contacto personal con el aspirante, ofrece a un ojo experto invaluable información, que complementan los estudios psicotécnicos. Las actitudes, el lenguaje corporal, su proceso cognoscitivo, su modo de comunicar o reaccionar ante preguntas específicas  delinean el carácter de tu aspirante. 

¿Qué pasa cuándo el personal es idóneo profesionalmente pero emocionalmente no es el adecuado? Cada uno de nosotros somos un cúmulo de habilidades y caracteres, de lo cual se deriva la personalidad y la forma de relacionarnos. Pero, ¿puedes reclutar una persona a pesar de que sus pruebas arrojen características de personalidad que podrían no ayudar al negocio? Pues depende de cuánto precises de sus habilidades profesionales y estés dispuesto a ofrecer entrenamiento e incentivos, en base a las fortalezas y debilidades que presente. 

El personal más competente es aquel que tiene una adecuada formación y experiencia profesional pero que, además, cuente con habilidades sociales e inteligencia emocional para  enfrentar  con éxito empresarial el día a día del negocio.

Cuando la competencia se vuelve feroz por reclutar los mejores candidatos, el proceso inicial de captación debe perfeccionarse y profesionalizarse porque, al igual que en la  vida personal, esa persona que elijas te acompañará en las buenas y en las malas en una relación de corresponsabilidad en el desarrollo de tu negocio y ¡ que resulte tal cual como esperabas desde el inicio!

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