ActionCOACH Lic. María Inés Morán
Cuando un negocio inicia, el emprendedor y un pequeño número de empleados,
realizan todas las tareas y conocen todo lo que hay que hacer, pero una vez que
el negocio va creciendo, se diversifica y se abren otros departamentos, se hace necesario contar con mayor número de
personas y actividades y es en ese
momento crítico cuando existe un verdadero peligro de que comience a perderse
el control de todo y, en lugar de negocio, se convierta en un sitio que
requiere apagar incendios cada día, resolver dificultades y, a la larga, además
de extenuante, incrementa las posibilidades de que el sueño del emprendedor se
vaya al traste.
Brad Sugars, el coach de
negocios fundador de ActionCOACH, en su libro Multimillonario en Entrenamiento nos señala que “con buenos sistemas en marcha, deberías ser capaz
de poner tu negocio en piloto automático”
¿De qué se trata?Pues de documentar todos los pasos y operaciones que se
deben llevar a cabo dentro del negocio para así mantener el servicio o la
producción, justo como se quiere, todas las veces, todo el tiempo, tal como se
comprometieron a hacerlo. Lo más
importante: que el negocio no requiera la presencia del emprendedor para
funcionar correctamente y que produzca resultados consistentes y confiables.
Una pequeña tienda de servicio fotográfico puede creer que no necesita un proceso
sistemático, que con recibir los
archivos y entregar las fotografías impresas ya está cumpliendo al menos el 90%
del trabajo. ¡Es un grave error! La forma exacta de atender al cliente, la
compra de material, el café o té que ofrecerá a los que esperan, y un sinfín de
actividades que suceden cada día en esa pequeña tienda, deben ser
sistematizados.
¿Te parece arduo, tedioso e innecesario? Déjame explicarte que un buen
sistema te ahorra tiempo, dinero y muchísimos dolores de cabeza.
Quizás te preguntarás ¿cuándo es el momento para iniciar este proceso? No
debes esperar que tu negocio crezca y comiencen los problemas para iniciar el
ordenamiento del mismo. Mientras más
temprano comiences tendrás más ventajas sobre el resto de tus competidores. Debes
comenzar por enlistar todas las actividades rutinarias, diarias, semanales o
mensuales que cada empleado necesita cubrir, lo cual te permitirá hacer un mapa
de los varios puestos dentro del negocio y servirá para hacer las descripciones
de cargos.
Hay que escribir todo de manera que, si te tomas unos días o unas semanas
sin estar en tu negocio, alguien pueda hacerlo igual de bien que tú. Ocúpate de
crear un manual de administración de tu negocio paso a paso, de las cosas que
realizas para fomentar interés en tu producto o servicio, cómo se entrena a tu
personal, la inducción, códigos de
comportamiento, incentivos, trato con el público, atención telefónica,
redacción de las comunicaciones. Tómate tu tiempo porque estás construyendo los
cimientos de una empresa fuerte y exitosa.
Sin embargo debes tener cuidado en que luego de hacer todo ese esfuerzo,
el resultado solo adorne las estanterías de las oficinas ejecutivas y no sea el
plan de ruta de la empresa. Un manual de “Buenas Intenciones”, o de pura teoría,
sin que se lleve a la práctica, sería uno de los mayores errores que se puede
cometer en los negocios.
Además, el proceso de sistematización debe ser cuantificado de modo de evaluar su
implementación y efectividad, así como poder hacer los cambios que se necesiten
porque nada es estático, todo evoluciona y los sistemas deben ser sometidos a
revisión periódica gracias a la experiencia y colaboración de los mismos
empleados.
Ten en cuenta que “El verdadero negocio de los emprendedores es crear empresas rentables sin que dependa de
ellos para reproducirlas y/o venderlas”.
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