ActionCOACH Lic María Inés Morán
Fijar los precios del producto que vendes o de los
servicios que prestas es un arte muy refinado, más aún si estás en un mercado
altamente competitivo, por lo que es bueno que sepas que el tema tiene más de
emocional que de lógica, ya que muchos creen que si venden a
precios más bajos que la competencia, los prospectos comprarán mas y regresarán una y otra vez. Por el contrario si el precio es muy alto, el competidor será el beneficiado.
Pero recuerda que si tu precio es demasiado bajo, tus
utilidades se verán mermadas, poniendo incluso en riesgo el flujo de efectivo y
la viabilidad de tu negocio. Además, ¿que tipo de clientes son los que vas a atraer si tu estrategia de ventas es solo por precio? ¿a los caza ofertas? serán ellos los mas leales? o ¿se irán corriendo de tu negocio en cuanto consigan a otro negocio con precios mas bajos? y cuándo se acaba la historia?
Si fuera que bajar el precio es la solución ideal te preguntaría: ¿por qué entonces se venden productos mas caros que la competencia?
Simplemente dar descuentos, esperando poder generar utilidades a
través de un alto volumen de ventas, lo que generalmente no ocurre, y lo único
que consiguen son clientes poco leales a los que sólo les importa el precio, por
lo que sus márgenes se reducen al mínimo. Así que, para que no te pase esto en
tu negocio, me gustaría recomendarte 5 estrategias efectivas para mantener tus
precios en el nivel adecuado:
1) Deja de dar
descuentos
Dar descuentos
lo único que hace es quitar dinero de tu bolsillo y del balance de resultados. Date cuenta que lo que requieres es generar
más utilidades para poder sobrevivir por lo que dar descuentos lo único que hará será llenarte
de clientes que tal vez no querrás tener
en tu negocio. Sabemos que suena difícil y algunos de tus clientes se irán, pero se los quedará la competencia y ellos son los
que tendrán que lidiar más adelante con estos “compradores por precio”, que les
dejarán bajos márgenes y que no generarán lealtad hacia ellos. Recuerdo la gran
negociación que logró una agente de
bienes raíces al estar tan segura de la valía de un inmueble que le permitió
aferrarse al precio final y no moverlo ante la insistencia del comprador que
finalmente aceptó el trato ante tanta seguridad de ella.
2) Utiliza
diferentes márgenes para diferentes productos
No existe
ninguna regla que diga que todos los productos o servicios que ofreces deban
tener el mismo margen de utilidad. En realidad, los artículos de bajo
movimiento debieran tener una utilidad más alta. Tu negocio puede soportar
márgenes más bajos en volúmenes de venta altos. Así que, toma esto en consideración
y fija el precio en consecuencia. Muchas veces el producto de baja ganancia es el “gancho” para que te compren el de alta
utilidad. Conocí una tienda de ventas de
productos de pollo que su charola de alitas de pollo económica invitaba que
compraran el sofisticado rollo de pechuga de pollo con márgenes altos.
3) Conoce la
diferencia entre mark up y margen bruto
El margen bruto
se basa en el precio de venta y el mark up se basa en el costo, es decir, el
margen de beneficio o mark-up es la diferencia porcentual entre el costo real y
el precio de venta, mientras que el margen neto es la diferencia porcentual
entre el precio de venta y la utilidad. Mucho dinero se pierde al pensar que tu margen bruto es
mayor porque lo confundes con el mark-up.
4) Toma en consideración
todos los costos
Conoce todos
tus costos y cuando digo todos me refiero a absolutamente todos. Incluso
“pequeños” costos como el cargo que realizan los bancos por comisiones por pago
con tarjeta, propinas que dejas en ciertos lugares que tengan que ver con la
operación, etc., anota absolutamente todo y asegúrate que tus precios cubran
también estos costos “pequeños”. Una clienta, dueña de una estética, se dio a la
tarea de cuantificar los decilitros de peróxido que se utilizaba al teñir el
cabello, esto le permitió conocer verdaderamente sus costos y fijar mejor sus
precios.
5) Encuentra
formas de dar valor
En lugar de dar
descuento, ¡da valor! Pregúntate si hay alguna forma de añadir valor a tu
producto o servicio. Este “Valor Agregado” quiere decir que debes ser capaz de
“regalar” algún beneficio que no afecte sustancialmente tu utilidad. Haciéndolo
bien, puedes añadir valor al cliente no sólo durante la transacción, sino en
beneficio de tu relación con ella o en
el largo plazo. En vez de dar descuentos, puedes regalar “algo” de alto valor
percibido. Recuerdo mi cliente arquitecto, que al cerrar el trato de remodelar la casa
de su cliente le regalaba el diseño del jardín.
Estas
recomendaciones no garantizan que ganes
todas las batallas con relación a la guerra de precios que se desarrolla en el
mercado, pero sí que, en el mediano plazo, las utilidades extra que generarás
en tu negocio tomando en cuenta estos puntos, te ayudarán a ganar “la guerra” y
asegurar el éxito.
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