ActionCoach Lic. María Inés Morán
Pigmalión era un
personaje mitológico que buscaba una esposa
que llenara sus expectativas de perfección. Al no encontrarla, se dedicó a
esculpir en piedra su modelo de mujer perfecta.
La diosa Afrodita le permitió que la figura
de Galatea cobrara vida y contuviese todas las cualidades que su escultor quería en una mujer.
En general, la teoría
sobre el Efecto Pigmalión o La Profecía Auto cumplida nos enseña cómo las
expectativas que una persona tiene sobre otra, pueden
influir positiva o negativamente en su desempeño, ya sea laboral, social o
familiar, veamos un ejemplo:
Es probable que
todos conozcamos el caso de algún niño que durante su escuela primaria, al
momento de ver su primera clase de matemáticas, no captó especialmente la
atención de su maestro. Al momento de presentar el primer examen no estudió lo
suficiente, quizás por falta de interés o motivación y, al sacar una nota
deficiente, el maestro llamó públicamente la atención a su deficiente desempeño
y como consecuencia, ese niño creció convencido que los números no eran su
fuerte. De adulto seguramente tiene abdicado en su contador toda la información
financiera, ante lo cual probablemente no
puede tomar las mejores decisiones, porque parte del rol principal de un dueño
de negocio es revisar sus números, tal como lo hemos dicho en otras notas.
Veamos cómo
también actúa en efecto contrario, al generarse una experiencia que refuerza
las actitudes positivas. Volvamos a la
escuela para explicarlo: A lo mejor te topaste con la materia Historia del
Arte, y durante las clases, tu maestra
transmitió los conocimientos con verdadera pasión y te
persuadió sobre lo bueno que se puede ser en esa área. Te convenciste
que era posible y, al hacer una exposición, te quedó
brillante por lo cual, además de los aplausos de los congéneres, la docente
ratificó la sensibilidad al arte que tienes. Ahora no hay forma que dudes de
tus capacidades al respecto, se cumplió la profecía de tu maestra en ti: Eres
excelente en esa área.
¿Qué nos dicen
esos dos ejemplos? ¿Cómo podemos utilizarlo en tu edad adulta para que
realmente lo aproveches en tu vida personal y tu negocio?
1.- Cuestiona tus
supuestas debilidades: Tomate un momento para analizar la razón por la cual hay
actividades en las cuales no te desempeñas tan bien como quisieras. ¿Fue
producto de un mal entendido en el pasado, una mala experiencia? ¿Lo has
intentado de nuevo? Recuerda que el éxito de la vida no está en vencer siempre,
sino en no desanimarse nunca.
2.-Crearte buenas
experiencias: genérate una y otra vez
situaciones que refuercen tus aptitudes, por ejemplo, si reconoces en ti
cualidades de ser discreta, de ser humana y
que tienes mucha claridad sobre las cosas importantes que hay que hacer:
durante las juntas con tu
equipo, donde alientes a la gente a enfocarse hacia lo más importante, los
mantengas unidos y logres encauzar las
diferencias de una manera discreta. Los resultados positivos van creando el efecto
de la Profecía Autocumplida.
3.- Motivación: El
ambiente laboral debe tener un efecto motivador tanto en la gerencia como en
los empleados, para que, desde la confianza del buen desempeño y las
expectativas positivas que se tienen sobre su correcto ejercicio profesional, se
consigan los objetivos. También aplica en el área familiar: los padres deben
procurar ofrecer a sus hijos la mayor cantidad de experiencias que los retroalimenten
y les de seguridad ante la vida.
Los resultados no
se hacen esperar. La consistencia en interiorizar tus valores y los de tu
organización se traducen en mayor productividad y mejor clima laboral para
comenzar.
Hay estudios que
comprueban la teoría del efecto Pigmalión. Es
hora que lo apliques a tus propios procesos internos, a tu negocio y a tu área
personal. Recuerda que es un arma de doble filo que se puede utilizar para
convencer a una persona de ser excelente en determinada área o de que nunca lo
logrará. ¿hacia dónde vas a inclinar a Pigmalión?
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