Las
mujeres modernas nos encontramos en constante movimiento: nos ocupamos de la
casa, los hijos, nos mantenernos arregladas y en forma, buscamos ser exitosas
en los negocios, y a veces todas las actividades juntas hacen mella en nuestra
paz interior. Terminas envuelta en una vorágine de actividades que te dejan
poco espacio para el esparcimiento, tu descanso o tus pasatiempos favoritos.
¿Te sucede?, pues !Nunca más!
Así como
has logrado conformar un equipo de trabajo exitoso en tu negocio, no hay razón
para que los miembros de tu familia no se involucren desde las más tempranas
edades en las distintas labores y el resultado es, además de una familia más
compenetrada, con mayor organización.
No tienes
que ser la mujer orquesta. Tu entrenamiento en los negocios puede brindarte
valiosas herramientas que al trasladarlas a tu vida personal pueden brindarte
grandes satisfacciones, por ejemplo: Supongamos que eres buena organizando los
equipos de trabajo, distribuyendo asignaciones específicas y haciendo
seguimiento de las actividades, esas cualidades tan valiosas puedes trasladarlas a tu vida personal y motivar
a tus hijos sobre la importancia de ser un equipo en los sentimientos, en las
labores caseras y en las metas familiares en general.
Desde tan
pequeños como los tres años, pueden hacer tareas como poner o levantar la mesa, llevar la ropa
sucia al lavadero, sacar el polvo y pequeños oficios que les diviertan. Mientras
más crecen, las labores se van sofisticando y puedes tener ayudantes de cocina,
hijos que hagan la compra en el mercado o que reparen los muebles que se le han
salido tornillos, o muevan los muebles de sitio, rieguen las plantas, o lleven a pasear a los perros. Lo importante es que no acapares tú todas las tareas.
Conozco
una exitosa mujer de negocios que ha preferido, hacer ella las labores
hogareñas sacrificando tiempo que puede disfrutar de otra manera, diciendo que
se desgasta mucho "discutiendo y obligando a los muchachos a que hagan los
oficios encomendados". Siempre le recomiendo que para que
todo funcione como le gusta, debe asegurarse que los niños entiendan sus instrucciones, guiarlos por el proceso,
corregirlos si hacen algo mal. Mientras más pronto comiences a crear ese
equipo de trabajo en tu familia, más rápido van a adquirir los hábitos de arreglos en el hogar y finalmente ¡podrás
tener tiempo libre para dedicarlo al disfrute y descanso!
Toma en
cuenta que para hacerlo fácil:
- Crea una rutina. Si comenzaste a darle responsabilidades al resto de los miembros de
tu familia en la casa, debes mantenerte firme hasta que logres cerar un sistema
efectivo de atención a las múltiples labores que rodean la vida hogareña.
- Horario. Recuerda que cada uno de tus familiares tiene
también actividades de estudio, trabajo, deportes o formación que deben
atender. Ten en cuenta sus horarios al momento de establecer las rutinas.
-Incentivos. Otorga pequeños premios por su esfuerzo en la casa, ya sea en preparar sus comidas preferidas, permitirles una hora más con los amigos o
cualquier privilegio que les enseñe que vale la pena su esfuerzo. No recomiendo incentivos económicos que
produzcan el efecto de "págame por todo lo que haga o no lo hago".
También
debes saber que tus habilidades de la casa perfectamente puedes trasladarlos al
trabajo: Si tú eres la conciliadora, la que enseña y educa a los hijos con
mayor tacto, tus empleados ¡pueden
recibir ese mismo trato de respeto y amor! Sin duda generarás un sentimiento de
empatía y pertenencia de tus colaboradores hacia tu negocio.
¡No te
lleves el trabajo a casa! llévate los buenos sistemas y costumbres aplicados a
tus colaboradores de tu trabajo!. Sin duda te brindará mayor satisfacción y
menor estrés y disfrutarás del éxito en tu hogar así como en los negocios.
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