ActionCOACH Lic María Inés Morán
El
dialelo (del griego diallēlos, «recíproco») lo conocemos mejor
como un "círculo vicioso" y consiste en permanecer en una situación
que pareciera no tener salida, puesto que hay dos circunstancias que resultan
causa y efecto la una de la otra, y se repiten constantemente.
Fíjate
la relación del cuerpo con el carbohidrato: seguramente te ha pasado que mientras
más carbohidratos consumes, mas ansias de carbohidratos desarrollas, porque
nuestro cuerpo, al recibir carbohidratos, debe producir insulina para
degradarla, y tras esa fuerte descarga que llega a tu organismo, el cuerpo
requiere compensarla con más carbohidratos por lo que regresan las ansias de volver
a consumirlos y asi sucesivamente dando comienzo al círculo de nuevo.
A
lo mejor ocurre lo mismo, en otras circunstancias, con otros círculos viciosos,
como por ejemplo en el negocio, cuando en un momento de necesidad específica contratas
a alguien sin tener claridad de su lugar
en el organigrama y sin darte cuenta, terminas llenando tu empresa de personas
para que resuelvan las carencias de otros empleados, y te encuentras ¡en otro dialelo!.
En
esos momentos suelo decir que es necesario tener un "botón de pausa"
que permita detener el círculo vicioso: antes de solucionar un problema puntual
y quizás generar otros, estudia cuál es la estructura organizacional que tienes
y, a su debido tiempo, conseguir esa persona idónea que pudieras tener en cada
uno de los puestos para conformar un equipo de trabajo balanceado.
Así
mismo, ¡bájate del carrusel de la insulina y corta el círculo vicioso! Luego de
poner pausa y analizar el daño que puede producir a tu organismo el juego de la
insulina y los carbohidratos, debes
saber que ese balance que requieres en tu vida personal, o laboral, también es
necesario en tu salud, de modo que tu alimentación debe formar parte de un
equilibrio junto al tipo de actividad que desarrolles.
No
consumas carbohidratos o azúcar solo para satisfacer una necesidad inmediata,
sino que, por el contrario, responsabilízate por tu alimentación y haz una
práctica sana de la misma para
que tu organismo pueda también superar el ciclo de la insulina que puede tener
consecuencias graves en el tiempo.
Una
causa y su efecto no pueden continuar dirigiendo tu vida, tienes el poder de corregir
tu rumbo. En ocasiones es difícil vencer
los hábitos arraigados, pero justamente de eso se trata la vida, de identificar
nuestros errores, aprender de ellos y resurgir fortalecido. ¿Te atreves a dejar de lado tus círculos
viciosos?
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