ActionCOACH Lic. María Inés Morán
Más allá de los tiempos de entrega, calidad del
producto o servicio, garantías, pagos y todos los sistemas involucrados en la
relación con el cliente, los negocios deben hacer uso de su capacidad crítica,
la curiosidad, e incluso la intuición, para investigar, analizar y entender qué
es lo que realmente quiere y necesita tu mercado meta.
Debemos hablarle a las necesidades básicas de todo
ser humano y, para el cliente, sentirse entendido cada vez que solicitan un
producto o servicio, es una de ellas.
Desarrollar esta empatía hacia el cliente nos guía
a la hora de diseñar productos, servicios o modelos de negocios. Entender bien
esa necesidad básica que sentimos como humanos, puede ofrecerle al emprendedor
con visión, un poderoso nicho de mercado. ¿Sabes que, cada vez, más productos se
diseñan a través de los ojos del consumidor? Su perspectiva puede ofrecer
importantes datos a la hora de evaluar y perfilar lo que puedes ofrecer y la
forma de hacerlo.
En el campo de los servicios, el tener una
comprensión integral de los prospectos que se acercan con algún requerimiento, es
vital si queremos alargar su valor de vida y que sigan
enganchados contigo en un proceso de venirte a comprar una y otra vez. Tienen
que sentir que los entiendes, que verdaderamente comprendes lo que desean adquirir
como servicio.
Muchas veces los servicios o las ventas
fallan porque el cliente está esperando una cosa, y el dueño no lo comprende. Particularmente
ocurre con frecuencia en los negocios de bienes raíces. Mucha gente falla en
mostrar una infraestructura adecuada al prospecto, y, por el contrario, el
vendedor se centra en transmitir las cualidades del producto sin entender la psicología
del comprador, su estilo de vida, qué cosas le son importantes y lo definen a
la hora de tomar la decisión.
Les puedo hablar de Aníbal, un vendedor
de Bienes Raíces cuyo servicio se basaba en entender exactamente que quería el
prospecto y a partir de ahí ofrecerles lo más adecuado. Al momento de buscar
una nueva vivienda, Aníbal supo escuchar con profesionalismo lo que mi esposo,
mi hija y yo, queríamos para vivir confortablemente en una casa e hizo algunas
preguntas sobre nuestro estilo de vida, profesiones y distracciones. A partir
de ahí, cada propiedad que nos mostró buscaba satisfacer nuestras necesidades:
el lugar para la lectura, los espacios de esparcimiento familiar, la amplia
cocina, el área de entrenamiento tal y cómo le habíamos indicado. Definitivamente,
si volviera a comprar otra casa, recurriría a él nuevamente porque sentí que me
entendió.
Para comprender a tu cliente, no
necesitas "entablar amistad" con cada uno, pero sí es importante que conozcas
las respuesta de estas interrogantes: ¿Qué servicios necesitan y de qué forma
puedes ayudarles?, ¿Cuáles son sus aspiraciones y pueden alcanzarlas con tu
ayuda?¿Qué relación esperan que establezcamos con ellos?, ¿Por qué valores
están dispuestos a pagar?
Dedica un tiempo para pensar qué es lo
que verdaderamente quiere tu cliente, sus preocupaciones y aspiraciones, y trabaja
en torno a satisfacerlo. Recuerda que pequeños cambios en tu negocio pueden
hacer una gran diferencia para la
satisfacción del cliente. ¡Fíjate en Aníbal!
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