ActionCOACH Lic María Inés Morán
¿Quién no
añora disfrutar del éxito en la vida personal y económica? Es un sueño que hace
que muchas personas salgamos de nuestra zona de confort y nos arriesguemos a
iniciar nuestro propio negocio y a apostar en su triunfo, en base a nuestras
habilidades y esfuerzo en primer lugar, y luego en la creación de un buen
equipo de trabajo.
Ante los
obstáculos, los emprendedores buscan la manera de sortearlos lo mejor y más
rápido posible, con tal de encaminar sus negocios para que sean lo que han
soñado. Pero te hago una pregunta, ¿Qué pasa con aquellas personas que en lugar
de buscar buenos resultados corren tras la perfección? ¿Te parece que la
alcanzarán?
He
meditado mucho sobre aquellos que se ufanan de su tendencia perfeccionista,
como característica principal de su personalidad, y enseguida me doy cuenta que
es muy difícil que logren los resultados que sueñan o que en definitiva
alcancen sus objetivos, porque los negocios se mueven en una dinámica tan veloz
que no se puede esperar a que todo sea "perfecto".
¿Crees que pueda haber una relación entre la
perfección y un temor paralizante equivocarse?. No dudo que hacer las cosas
cada vez mejor sea una manera excelente de lograr los objetivos, pero se debe
saber cuando es suficientemente bueno y culminar el proyecto o entraríamos ya
en terrenos que nada tienen que ver con la labor que se realiza. ¿Qué opinas?
Para el
perfeccionista, nada será completamente bueno, están constantemente retrasando
la culminación de un proyecto, porque siempre encontrarán algún detalle que
puede ser mejorable. ¿Qué hubiese pasado si emprendedores como Bill Gates
hubiese retrasado su primer sistema operativo Microsoft porque tenía que estar
seguro que estaba libre de "errores o defectos"?
Más que
la perfección, hay que buscar la excelencia, entendida como lo
extraordinariamente bueno, lo cual es, en realidad, la medida para los
estándares de calidad, no así la perfección.
Si las
editoriales, los diarios, las industrias, fábricas,etc., trabajaran en base ala
perfección y no a la excelencia, definitivamente no disfrutaríamos de tantos
inventos, vacunas, adelantos científicos,que nos son tan comunes hoy en día.
De ningún
modo podré confiar un proyecto o trabajo, a las personas que se precian de ser
perfeccionistas, porque el perfeccionismo, implica que nunca se va a cerrar ese
proyecto, o que en realidad tardará mucho más de lo requerido en la búsqueda de
satisfacer un estándar que no es de calidad, sino de la propia compensación
psicológica del perfeccionista, con el consabido desgaste de dinero, equipo, y
tiempo.
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