ActionCOACH María Inés Morán
Uno de los
ejemplos más ilustrativos es la vida del
Nóbel de la Paz, Nelson Mandela, quien se definía como un optimista, y
tal actitud le permitió perseverar en su objetivo durante los 27 años que
estuvo prisionero, hasta que logró vencer la férrea política del "apartheid".
No se trata
de ignorar las dificultades que se presenten en la vida, por el contrario, el optimista analiza el lado positivo de todas
las situaciones, incluidas aquellas desagradables o complicadas, sin perder el
tiempo en lamentaciones o reproches.
¿Puedes
pasar un día completo sin que tu humor se turbe aunque existan razones para
ello?, pues es el inicio de tu entrenamiento hacia un tipo de vida
optimista. Un día a la vez.
Madiba, como
conocen a Mandela en Sudáfrica, recordó que en muchas ocasiones su fe en la
humanidad fue puesta a prueba, pero no se rindió a la desesperación, pues sabía
que por ese camino se precipitaba hacia la derrota y la muerte. ¡Todos debemos aprender
de esa actitud de esperanza.
Hasta que no
seas capaz de cambiarte a ti mismo no podrás cambiar a los demás. El día para intentarlo es hoy, ahora mismo. ¿Por dónde
empezar?
1.- Entrena
tu mente: Trata de
erradicar de tu mente, apenas
acudan a tu pensamiento, ideas
derrotistas, depresivas o negativas, déjalas atrás y no vivas del pasado, mantente enfocado en tu
objetivo, lo que te mueve, ya que sin una verdadera motivación el pensamiento
positivo poco sirve.
2.- Cuida
tus palabras: Aleja de ti
las palabras negativas, el lenguaje belicista; por el contrario, desarrolla un
estilo de conversación donde abunden las expresiones constructivas, de
alabanza, de entusiasmo. Más importante que "decir" que eres
optimista es actuar en esa dirección.
3.- Actitud: Tu actitud corporal es fiel reflejo de tus
pensamientos y carácter, así que no olvides ¡sonreír!, recuerda mantener los hombros erguidos, la
cabeza en alto. Además de pensar positivo, disfruta cada momento de tu vida, es
lo que tienes ante ti. Mira tu casa, tu salud, tu familia, tus hijos. Tienes
mucho por qué dar gracias, por qué ser feliz.
4.- Rodéate
de gente positiva: Al
compartir con personas sombrías, tu ánimo puede afectarse. Valora aquellos individuos cuyo enfoque de la
vida sea también optimista, y recuerda que aquello en lo que te
concentras se expande... Así pues ¿No es una buena razón para elegir la
felicidad y el optimismo?. Los reproches, llantos y penas poco ayudan a superar
las dificultades y alcanzar tu camino hacia el éxito.
5.- El que
se cansa pierde:¿Realmente
crees estar preparado para todo lo que haces? Debes tener seguridad en tu poder
para alcanzar los objetivos, darle un voto de confianza a tus capacidades. Busca un equilibrio entre
tener confianza de tu triunfo y en aceptar que hay cosas que
sencillamente podrían no salir
bien porque no dependen directamente de ti. No albergues pocas esperanzas de tener
éxito, por el
contrario, refuerza tu confianza al prepararte para lo peor, ¡Qué bueno que tenías un plan B!
Nada es
fácil hasta que se convierte en hábito. Comprométete a gozar de los beneficios de pensar positivamente, tómalo como tu vitamina diaria y verás que el modo de vida optimista puede transformarse en tu estilo de vida, todo depende de ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario