ActionCOACH Lic. María Inés Morán
En pocas
horas nos brindaremos un abrazo de año nuevo y con él renovamos nuestras
esperanzas en que el año por venir será estupendo para nuestra independencia
financiera y personal. Cuando comes las
doce uvas del año viejo, ¿Quieres que sean algo más que buenos deseos o vas a
trazarte la meta de que este sea el mejor año de tu vida?. Depende de ti y de
más nadie.
Aunque en
el horizonte existan amenazas económicas en la mayoría de los países
latinoamericanos, un emprendedor decide ver oportunidades en lugar de peligros,
y bajo esa filosofía, podrá mantener la nave en dirección a buen puerto y
sortear las dificultades.
Durante
un encuentro en República Dominicana, Alejandro De Gyves, Director General de ActionCOACH para Iberoamérica, comentaba que tenemos la opción de ver el
vaso medio lleno o medio vacío. Para Alejandro las circunstancias suponen un
reto para superar en el continuo avance hacia tus metas. Dicho de una forma más
clara: hay que avanzar, sin cruzarnos de brazos, es la única manera.
A través
de sus recorridos por toda Latinoamérica, Alejandro se ha conseguido con dueños de pequeñas o medianas empresas de
cualquier área, quienes tienen los mismos retos que resolver: formarse en la
manera de adquirir nuevos clientes por
un cierto valor, hacer que esa inversión sea rentable y de esta forma hacer que
el negocio crezca. ¿Todos nacemos aprendidos? La respuesta es no. Muy pocos
nacen aprendidos en esa habilidad y la mayoría de los emprendedores puede instruirse
en la forma cómo hacerlo.
Para ello
hay que reconocer la necesidad de cambiar los procedimientos actuales, y
enfocarse en nuevas fórmulas de renovación empresarial. Un coach puede ser la
diferencia entre seguir haciendo las cosas in cambios o tomar las riendas de tu
propio destino y hacer los cambios necesarios.
Cada año nos invade un espíritu de renovación que se va desgastando con
el paso de las semanas, hasta que al llegar otro fin de año, nos conseguimos
haciendo las mismas promesas que hemos repetido todos los diciembres.
Te voy a
contar la historia de Carlos, a quien se
le dio la oportunidad de recibir cada día,
un minuto luego de la medianoche, un depósito de 86.400 dólares en su
cuenta personal. Pero un minuto después de
la medianoche, lo que hubiese dejado de usar, era retirado de su banco. Carlos hizo todo lo
posible por gastar los dólares que recibía,
a veces lo logró y en más de un centenar de oportunidades dejó que los
recursos desaparecieran sin más de su cuenta bancaria.
En menos
de 24 horas vas a recibir la misma oferta que le hicieron a Carlos: Cada año es
un depósito de miles de segundos en los cuales tienes oportunidades para tu negocio, para tu vida, y debes
aprovecharlo como el tesoro que es. Recibes un año en blanco, para que escribas
sus páginas con tus logros, aprendizajes, querencias y triunfos.
¿No te
parece que el año que empieza es un momento excelente para dejar fluir al
hombre ambicioso que siempre ha estado en ti?, Traza tus metas, convierte la
lista de deseos en objetivos a corto, mediano y largo plazo. No requieres de
grandes habilidades, la organización y la constancia hacen a un hombre grande.
Cada día te regala 86 mil 400 segundos para invertirlos en ser pleno, exitoso y
feliz, ¡aquellos que no usen no regresarán!.
¿Lo vas a dejar pasar?
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