ActionCOACH Lic María Inés Morán
Me
resulta paradójico que cuando he ayudado a tantos dueños de negocios a sanear
las estructuras de su emprendimiento, mejorando su productividad, muchos
de ellos comienzan a resentir tener tanto tiempo a su disposición, del que no
habían estado acostumbrados.
Es que
por lo general, cuando asumes la valiente decisión de iniciar tu propio
negocio, durante los primeros años te envuelves en una ardua
batalla para construir tu sueño, en base a trabajo duro, toma de decisiones, y
muchísimo estrés. ¿Cómo llegaste a donde te encuentras ahora?
Como si
fuera una pirámide, los sistemas de la empresa, los empleados trabajando
en equipo y un gerente general con grandes capacidades de liderazgo y
conducción, son los que te permitieron, como emprendedor, disfrutar de las
ganancias que tu negocio otorga
Si este
es tu caso, te felicito, porque has llevado tu negocio hasta niveles donde
millones de personas alrededor del mundo no pudieron, ya sea porque no tuvieron
la visión, la capacidad, o sencillamente se rindieron antes de tiempo.
Pero
también tienes un nuevo desafío por delante y es el asimilar el contraste
de pasar a ser el hombre orquesta de tu emprendimiento, a tener tanto tiempo
libre disponible junto con las ganancias que recibes de tu negocio.
De esa
manera me encuentro que uno de los mayores retos que maneja el dueño de negocio
es el no sentirse útil y, además, desplazado luego de tantos años de intenso
trabajo. Esa sensación de que ya no eres imprescindible para tu negocio, que
muchísimas veces coincide cronológicamente hablando, con la partida de los
hijos del hogar, deja una sensación de vacío emocional que puede ser difícil de
manejar, y, por eso, muchos dueños de negocio coquetean con la idea de volver a
ocupar un puesto dentro de la organización que construyeron.
Es una
situación física e intelectual completamente diferente y la lucha que
desarrollarás es interna: ya no estás preocupado por los retos económicos,
puesto que tu nivel de ganancias te permite tener, junto a tu familia, una vida
holgada y sin preocupaciones. Te invito a que no te rindas, recuerda que todo
lo que no sigue creciendo comienza a morir y eso aplica a tu negocio y a ti
mismo.
Este es
un momento ideal para buscar nuevos proyectos, ya sea en otros negocios que,
como has aprendido, resulta una actividad sumamente divertida, y ya cuentas con
una amplia experiencia exitosa en esa área, o incluso a dedicarte a labores de
altruismo, como lo hacen muchos grandes empresarios.
Pero
también debes tomar en cuenta, principalmente si tu negocio está radicado en
Latinoamérica, que las variables externas tienen un impacto en el devenir de tu
negocio y, por eso, te puedo decir que como dueño de negocio tus compromisos
hacia tu empresa no han cesado.
Debes
relacionarte con los diferentes gremios empresariales de tu país,
analizar las variables económicas, políticas, sociales que pueden intervenir en
el buen desenvolvimiento de tu negocio. En un plano estratégico, a
mediano y largo plazo es necesario que cuides tu empresa de las situaciones que
potencialmente pueden afectarla, sin olvidar que, aunque no necesitas ir todos
los días, siempre debes mantenerte enterado de cómo funcionan los sistemas, el
equipo de trabajo, el marketing y todas las áreas sensibles. Como ves, todavía
tu empresa te necesita.
Formar tu
propio negocio te reta de múltiples maneras, tu capacidad física, tu
capacidad intelectual, tu emocionalidad. Varios años después, todas
tus capacidades se ponen en juego nuevamente para mantener una relación sana
con tu negocio y tu nueva forma de disfrutar el haberlo construido. ¿ya
estás preparado?
Excelente artículo y reflexión para los que ayudamos a otros a liberar tiempo para balancear su estrella. Ciertamente el proceso psicológico de ser el hombre o mujer orquesta o el dios del Olímpo puede crear una falsa sensación de inutilidad o vacío. Debemos pensarnos como seres multidimensionales y saber que complementamos nuestra existencia con la lectura, la espiritualidad, el ejercicio o simplemente con la admiración de las cosas más sencillas del mundo. El vacío que sentimos al sacar el ruido y el agotamiento tiene que ver con el poco diálogo interno que mantenemos con nosotros mismos. Si en estos procesos apoyamos la reflexión del dueño de negocio la sensación de vacío será cada vez más corta.
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