Qué
satisfacción ofrece el momento en que te das cuenta que tu negocio comienza a
crecer, a dar frutos, que has hecho todo lo posible porque sea sustentable, que
tienes a tu lado un equipo comprometido
y financieramente te va bien, lo cual, finalmente, te está ofreciendo un margen
de libertad y tiempo para ti y tu familia.
Si
estás en ese punto, seguramente llevaste a cabo la labor de documentar los procesos de tu empresa, desde tus proveedores hasta la comercialización del
producto o servicio que ofreces. Hiciste el esfuerzo de catalogar lo que hace cada departamento y cada puesto de
trabajo. Creaste manuales, sistemas, organigramas, diagramas de flujo. Desarrollaste estrategias de Marketing y has medido todo lo necesario para conocer
cada detalle de los diferentes departamentos, lo cual te permite incrementar
tus ventas.
Ahora
que todas las piezas finalmente están ocupando su puesto, es tiempo de subir el
volumen y asegurarse de que el resultado de tu negocio sea mucho más grande que la
inversión que has realizado. Pero recuerda que cuando comienzas a crecer
demasiado rápido, aparecen dificultades
derivadas del proceso de estructuración y crecimiento.
Conocí
a una joven pareja, el era Chef y ella maestra, que decidieron abrir un restaurante con ese
sabor de su país de origen, España. El caso es que, entre potajes y
mariscos, ganaron algún reconocimiento por parte de los críticos culinarios, el
aumento de comensales los animó a crecer en espacio físico y empleados, pero,
de repente, se encontraron "atrapados", resolviendo problemas diarios para poder
mantener el buen servicio que los había llevado al éxito.
Acudieron
a mi oficina muy preocupados, puesto que sentían que, con el crecimiento de la empresa, estaban muy
lejos de conseguir que su restaurant fuese un negocio rentable, que pudiese trabajar sin que ellos estuviesen presentes. ¿Te suena familiar?
A
pesar de las satisfacciones de ver tu negocio consolidarse, pareciera que has
entrado en una etapa en la cual te encuentras trabajando más arduamente que al inicio. Te consigues
apagando "fuegos" que se presentan en distintos niveles de tu
organigrama más a menudo de lo que te gustaría. Es lo que llamamos
"fisuras en tus sistemas" que pueden causar verdaderos quebraderos de
cabeza. No desmayes, es natural, te debes enfocar en buscar soluciones a los
problemas manteniendo un ojo en el futuro de la empresa y otro en el presente.
Aquí,
uno de los mayores desafíos, es no retroceder en tu gerencia a los momentos en
que, además de dueño, eras un empleado más, a tiempo completo. Recuerda que tu
meta es que tu empresa trabaje para ti y no tú para ella, así que tu principal
obligación es ser el gran estratega y planificador.
Aunque
comprometido y eficiente, lo cierto es que, más veces que las que deseas, tu
equipo no está siguiendo los procedimientos diseñados o parecieran no dar el
resultado esperado. Recuerda que nada es inmutable y que todos los
procedimientos son perfectibles, por lo tanto, debes corregir los sistemas de acuerdo a las nuevas expectativas de tu empresa.
El entrenamiento de
tu equipo es
vital, estás incorporando personas nuevas
que requieren tiempo y
entrenamiento para adaptarse a los sistemas de tu negocio, por eso, en muchas
ocasiones, a la hora de ponerlos en práctica, no se siguen como debe ser: no
son máquinas y por lo tanto necesitan un tiempo para adaptarse a los
procedimientos.
No
temas en contratar un gerente general
que, armado con todos los manuales de procedimiento, las técnicas y
estrategias con las cuales has enriquecido a tu Pyme, pueda manejar la parte operativa de tu negocio
Luego
de un año trabajando con este lindo matrimonio madrileño, pudieron
superar los problemas de su crecimiento e incluso abrieron algunas sucursales,
y auque les pareció impensable en un momento, pudieron tener los
recursos y el tiempo adecuado para tomar ese crucero por
Alaska que se debían desde que contrajeron matrimonio.
La
historia de tu negocio no tiene por qué ser diferente. Tu puedes vencer las
estadísticas y transformar las dificultades en escuelas de aprendizaje y
experiencia para tu negocio. . Al final, se trata de que todas las piezas
encajen correctamente y la sinergia realice su trabajo, amalgamando tu negocio como una entidad que marcha hacia adelante, y que en cuanto lo desees,
podrás monetizar,
para vender y
disfrutar de los verdaderos resultados, de los cuales hablaremos en la próxima
entrega.
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